SIN RESPUESTAS

Sportivo tampoco pudo en su casa con Centro que le ganó con claridad 87 a 64 y se quedo con la serie y el pasaje a la final con total justicia. La gran diferencia del juego: los 70 puntos en la zona pintada de Centro contra solamente 1 de Sportivo. Guzmán aportó 32 y Poletti 26.

Guzman, el muchachito de la pelicula.
Más allá de las diferencias deportivas entre uno y otro. Sportivo Suardi se mostró muy conformista luego de haber eliminado a Porteña Asociación en cuartos de final. Es decir, pareció que el haber logrado el pasaje a semifinales significó haber cumplido las expectativas del rojiblanco que rápidamente se entregó en estas instancias.
Centro Social todo lo contrario. Un equipo que sabe a lo que juega. Comandado por un Joaquín Baeza que cada vez juega mejor. Cuando no convierte hace convertir y como si esto fuera poco, tiene una gran virtud: potencia a sus compañeros dentro de la cancha. El oriundo de Rio Tercero repartió muy bien el góleo y leyó muy bien el partido brindando muchas asistencias en el juego interno para que Guzmán y Poletti establezcan el primer gran argumento de la victoria rojinegra.
En esos primeros instantes la pasividad, parsimonia y todos los sinónimos que usted se imagine de Sportivo le facilitaron a los dirigidos por Giaveno tomar una ventaja importante. Cada asistencia de Baeza en la zona pintada era una puñalada para el juego interno de Sportivo, que además de darle todas las libertades tampoco rotaba defensivamente y hasta permitía 2das y 3eras opciones. ¿En ataque?, solamente la fuerza de Gandolfó y los chispasos de Tomatis impidieron que la diferencia hubiera sido mayor. 34 a 22 Centro dominaba el primer cuarto.
En el segundo cuarto, Sportivo creció un poco más en la ofensiva, pero seguía defendiendo mal. Las combinaciones entre Poletti y Guzmán en el juego interno eran fatales. Con 15 puntos cada uno, fueron suficientes para que el visitante mantenga la diferencia y no necesite de Baeza ni conti en el goleo. Por momentos, el visitante sacó 15 de ventaja, pero Sportivo con el corazón en la mano y con más ganas, que ideas basquetbolísticas logró sembrar una cuota de esperanza y redujó la diferencia a 11 puntos. (52-41).
Baeza, juega y hace jugar.
Esperanza que no creció, porque Centro manejó el partido y Sportivo cuando tuvo la enorme posibilidad para definitivamente acercarse en el lumínico no lo pudo hacer. HORRORES en la ofensiva, hasta tal punto equivocaciones infantiles que impidieron que el local recorte esa barrera de 10 puntos que nunca pudo descontar. Está claro, que en este tramó, el local defensivamente mejoró, pero siguió sin encontrar variantes en la ofensiva, más allá de alguna corajeada de Gandolfo, o algún arresto de Poi que tuvo una serie para el olvido. ¿ Le paso factura el provincial de mayores? El tercer cuarto finalizaba 64 a 54.
En el último cuarto, Centro jugó con la desesperación de Sportivo que corría a contra reloj. Sportivo amagó con una arremetida histórica, pero tan sólo fue una ilusión. Tres triples consecutivos: uno de Poi y otros dos de Tomatis, permitieron que el local recorte a 7 la ventaja. Incluso tuvo la oportunidad para seguir descontando, pero Buraschi se equivocó en dos entregas y el “Flaco” Ferrero falló un gol increíble bajo las tablas. A todo esto, y en el peor momento de Centro en el juego, Guzmán logró una jugada de tres puntos para dejar por el suelo cualquier ilusión suardense. Los últimos minutos estuvieron de más, solamente para que Poletti siga aumentando sus números en su casillero individual y para que Baeza convierta sus primeros puntos en el partido. Fue triunfo de Centro 87 a 64.

Matías Tomatis con 22 puntos fue el goleador de Sportivo, mientras que Guzmán nuevamente la rompió para marcar 32 puntos.
Los parciales fueron todos a favor de Centro: 34-22/52-41/ 64-54 y 87/64.

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