Unión de San Guillermo tuvo su día soñado y debutó en el Torneo del Interior de fútbol, aunque Adelante de Reconquista le amargó su estreno, el conjunto de Almada mostró algunos aspectos positivos. Generó varias situaciones, pero como viene ocurriendo hace tiempo sigue padeciendo la falta de gol. Adelante no lo perdonó.
La principal diferencia estuvo en la eficacia y contundencia. Adelante pegó en los momentos límites y Unión, intentó, generó y llevó peligrosidad al arco defendido por Oto, pero no pudo plasmarlo en la red.
Aunque el 2-0 parezca un resultado cómodo para el conjunto local, no fue tan así. En la primera parte, en un contexto, donde nadie sobresalía y el conjunto de Almada esperaba con un 4-4-2 bien compacto, la jerarquía individual de algunos jugadores del local inclinarían la balanza.
En lo previo, la importancia de los volantes por afuera de uno y otro equipo aparecían como una de las variables que podían desnivelar. Pividori y Rivero, en el local y Demarchi y Zeballos en el visitante. Y algo de eso paso. Pividori, de buen andar por la derecha, le ganó casi siempre a Zeballos y en una de sus tantas escaladas facturó.
Después del gol, Unión no se animó a salir de su libreto y la pregunta a esa altura de la tarde era la siguiente ¿Qué pasará si Unión se le anima un poco más a Adelante? Más allá, de haber llegado en más de una oportunidad al arco defendido por Oto con el remate de media distancia como único argumento.
En el complemento, Almada modificó el esquema. Paso del 4-4-2 a su preferido: 4-2-3-1. Zeballos y Demarchi se adelantaron un par de metros, bien como volantes ofensivos y casi como delanteros. Estaba claro, Unión estaba dispuesto a salir a buscar al conjunto reconquistense. Definitivamente, Unión se paró en campo rival, pero le seguía costando llegar con claridad al arco del local.
Con los riesgos que significaba haber adelantado las líneas, Adelante no se desesperó y aguantó, entendiendo que su momento estaba por llegar. Y así fue, Nadalich, guapeó una pelota, que parecía perdida, se metió entre los centrales y con una definición ilustre la mandó contra el poste izquierdo de Fagiano para poner el 2-0.
Parecía que a Unión se le desrrumba la tentaría y la podía pasar mal, pero nunca perdió la brújula, mas allá del 2-0 justificado a esa altura. Almada lo mandó a Cingolani a la cancha y el enganche le aportó frescura y claridad de 3/4 hacia adelante. Quizás en la versión más útil de Martín Cingolani, dispuesto a jugar la última parte de los partidos, donde puede marcar claras diferencias.
Con su ingreso, Cingolani provocó las dos situaciones más claras de su equipo. Primero, un disparo de Azugna desde afuera del área que Oto se estiró y la envió al córner. Luego Costamagna sacó un disparo a la salida de un tiro libre, donde nuevamente el "1" de Adelante respondió muy bien. Y la última, llegó en los pies de Jonas Zeballos que debajo del arco, tras un centro de Costamagna se perdió un gol increíble.
En fin, los partidos se ganan con goles y Adelante entendió a la perfección esta premisa. Claro con Nadalich es más fácil...
La principal diferencia estuvo en la eficacia y contundencia. Adelante pegó en los momentos límites y Unión, intentó, generó y llevó peligrosidad al arco defendido por Oto, pero no pudo plasmarlo en la red.
Aunque el 2-0 parezca un resultado cómodo para el conjunto local, no fue tan así. En la primera parte, en un contexto, donde nadie sobresalía y el conjunto de Almada esperaba con un 4-4-2 bien compacto, la jerarquía individual de algunos jugadores del local inclinarían la balanza.En lo previo, la importancia de los volantes por afuera de uno y otro equipo aparecían como una de las variables que podían desnivelar. Pividori y Rivero, en el local y Demarchi y Zeballos en el visitante. Y algo de eso paso. Pividori, de buen andar por la derecha, le ganó casi siempre a Zeballos y en una de sus tantas escaladas facturó.
Después del gol, Unión no se animó a salir de su libreto y la pregunta a esa altura de la tarde era la siguiente ¿Qué pasará si Unión se le anima un poco más a Adelante? Más allá, de haber llegado en más de una oportunidad al arco defendido por Oto con el remate de media distancia como único argumento.
En el complemento, Almada modificó el esquema. Paso del 4-4-2 a su preferido: 4-2-3-1. Zeballos y Demarchi se adelantaron un par de metros, bien como volantes ofensivos y casi como delanteros. Estaba claro, Unión estaba dispuesto a salir a buscar al conjunto reconquistense. Definitivamente, Unión se paró en campo rival, pero le seguía costando llegar con claridad al arco del local.
Con los riesgos que significaba haber adelantado las líneas, Adelante no se desesperó y aguantó, entendiendo que su momento estaba por llegar. Y así fue, Nadalich, guapeó una pelota, que parecía perdida, se metió entre los centrales y con una definición ilustre la mandó contra el poste izquierdo de Fagiano para poner el 2-0.
Parecía que a Unión se le desrrumba la tentaría y la podía pasar mal, pero nunca perdió la brújula, mas allá del 2-0 justificado a esa altura. Almada lo mandó a Cingolani a la cancha y el enganche le aportó frescura y claridad de 3/4 hacia adelante. Quizás en la versión más útil de Martín Cingolani, dispuesto a jugar la última parte de los partidos, donde puede marcar claras diferencias.
Con su ingreso, Cingolani provocó las dos situaciones más claras de su equipo. Primero, un disparo de Azugna desde afuera del área que Oto se estiró y la envió al córner. Luego Costamagna sacó un disparo a la salida de un tiro libre, donde nuevamente el "1" de Adelante respondió muy bien. Y la última, llegó en los pies de Jonas Zeballos que debajo del arco, tras un centro de Costamagna se perdió un gol increíble.
En fin, los partidos se ganan con goles y Adelante entendió a la perfección esta premisa. Claro con Nadalich es más fácil...
Comentarios
Publicar un comentario
Por favor no insultar, se lo agradecemos...