Enfrente, 9 de Julio deberá ordenar las ideas que parecen mezcladas
en los playoffs.
Más allá de la barrida ante Rivadavia de Río Primero en
cuartos de final (2-0), “el Celeste” bajó su nivel avasallador ante
Independiente de Oliva, que le quitó el invicto y lo complicó muchísimo
(cerró las semis 3-1).
En las finales, después de un primer juego en el que por momentos
pareció recuperar el ritmo que le permitió ganar 17 partidos de manera
consecutiva (ganó 80-78 el viernes), volvió a pisar en falso. Su
quinteto titular, habitualmente demoledor, tuvo una noche pésima en la
revancha: convirtió ¡11 de 39! en tiros de cancha, perdió la pelota 16
veces y apenas logró 9 asistencias.
Para colmo, desde el banco solo conto con la respuesta del
multicampeón Luis Martina, que evitó una diferencia aún mayor haciéndose
cargo de la ofensiva (16 puntos con 6/10 de campo) y sacrificándose
entre los gigantes (5 rebotes). Cuando cometió su quinta falta y tuvo
que salir, las chances del triunfo se fueron con él.
Si bien el bajón es evidente, “9” tiene una tranquilidad: la
definición por el título y el ascenso al Torneo Federal recién comienza
y, como sucede año tras año, da oportunidades. El viernes, en Villa
María, tendrá una para volver a tomar el mando.
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