UN CAMPEÓN CON COLÓN QUE PERDIÓ A SU ABUELA Y TÍO POR CORONAVIRUS Y SU PAPÁ ESTUVO 60 DÍAS INTERNADO EN TERAPIA INTENSIVA

Ignacio Chicco, arquero sustituto de Burían, relató en primera persona lo difícil que fue el semestre a nivel personal mas allá del título conseguido con Colón de Santa Fe. Se quedó sin abuelos, por el fallecimiento de su abuela y de su tío ambos como consecuencia del COVID. Además, su papá, estuvo internado durante 60 días en terapia intensiva, por el mismo motivo, pero pudo sobrevivir. "Fue una película de terror y fue el peor comienzo de año de mi vida", confiesa. Los mensajes de Eduardo Domínguez, los viajes todos los días a Brinkmann - su ciudad en Córdoba- y entregarle su celular al utilero detrás del arco, en cada entrenamiento, para estar pendiente a cualquier llamada. El relato del cordobés en Super Deportivo Radio por Radio Villa Trinidad. 

El fútbol no son solamente 90 minutos. Hay muchas historias detrás de cada protagonista y muchas veces historias que conmueven e impactan. Tal es el caso de Ignacio Chicco, arquero oriundo de Brinkmann (Provincia de Córdoba) y sustituto de Leonardo Burían. "Nacho" tuvo que atravesar un semestre durísimo desde el punto de vista personal por la pérdida de su abuela y tío por coronavirus. Además, su papá estuvo 60 días en terapia intensiva como consecuencia de esta enfermedad. El panorama para el arquero brinkamense fue tan complejo que por un momento tenía a sus tres familiares directos en terapia intensiva. "Tuve el peor comienzo de año de mi vida. Me tocó perder a mi abuela y mi tío y mi viejo estuvo muy grave. Fueron dos meses donde si te digo que fue una película de terror me quedo corto, donde sufrí un montón tanto yo como mi familia. Fue un golpe muy duro que nos dio la vida", recuerda aún con mucho dolor. "Por suerte hoy a mi viejo lo tengo en mi casa, recuperándose de a poco paso a paso", agrega. 

A la hora de recordar las emociones después de conseguir el título "Nacho"  contó  lo primero que hizo "Me fui a buscar el teléfono para hacer videollamadas con mi familia. Me largué a llorar, me quedé en la cancha hablando con ellos. Era una manera de desahogarme y recordar todas las cosas que me tocó pasar que no fueron nada fáciles. Después llegar a Brinkmann - su ciudad- y encontrarme saliendo a ellos de casa todos con la remera puesta mía, me dejó sin fuerzas en las piernas y me temblaba todo. Ni te cuento la fuerza del abrazo con ellos", expresó. 

Los momentos de incertidumbre para "Nacho", durante el semestre, tras la pérdida de su abuela, tío y el estado crítico de su padre, fueron muchos y el mismísimo arquero se encarga de relatarlos. "Hubo semanas que viajaba todos los días de Santa Fe a Brinkmann o San Francisco, donde estuvo mi viejo internado en terapia. Justo se trataba del momento de pretemporada, donde los trabajos era exigentes, pero uno se aferró a la familia, somos unidos y eso fue fundamental para transcurrir esta situación fea que nos tocó vivir. Fueron las semanas mas críticas de mi vida. A veces uno minimiza la pandemia hasta que le toca vivirlo de cerca y toma conciencia que es algo peligroso y grave. Hubo dos semanas que le dejaba el celular al utilero o al auxiliar que estaban detrás del arco en el entrenamiento para ver si el celular sonaba o había un mensaje sobre la salud de mi padre. Hubo noches que dormía con un ojo abierto y el otro en el celular", recuerda visiblemente emocionado.

Continuando con su relato, el arquero de Colón, en este semestre perdió a su última abuela que como contó falleció de coronavirus. "Ya no tengo mas abuelos. Se emociona (se hace un silencio.....) estaría muy contenta mi abuela, porque siempre veían todos los partidos, nos llamaban, se interesaban. También el logro fue para ellos. Seguramente estarán orgullosos y siempre están para darnos una mano. Mis 4 abuelos eran futboleros", explicó.

Por último, enalteció la imagen de Eduardo Domínguez y el gesto que tuvo con él cuando atravesaba esta situación familiar compleja. "Con Eduardo me tengo que sacar el sombrero. Siempre me dio lugar a que tome la decisión que crea correspondiente: tanto a venir con la familia o entrenar y despejarme un poco. Siempre estuvo presente llamándome o escribiéndome. Todas las tardecitas me mandaba un mensaje preguntándome como estaba la salud de mi papá. Siempre se lo voy agradecer de por vida. Tanto él, como el resto del cuerpo técnico y médico. Lo mismo la dirigencia y los compañeros", finalizó.  

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