La Columna de Robert

El Instrumento Redondo

Ya se termino el torneo de más importancia a nivel de clubes. Depués de muchos años se enfrentaron los dos mejores equipos del planeta, no los que más suerte tuvieron como en varias ocasiones anteriores. Tanto el Barcelona como el Manchester United dominaron sus respectivas ligas con futbol ofensivo, muchas joyas de la cantera y técnicos de trayectorias muy distintas.

Para inaugurar esta sección escribiré sobre el último campeón, el Futbol Club Barcelona, en este caso es importante para el orgullo catalán escribir futbol sin acento, quien se consagro campeón de la década al obtener su tercer título de la Champions League tras las victorias en las temporadas 05/06 y 08/09. El Barcelona que a su entender es “més que un club” se entiende como la selección de Catalunya, una auto consideración que surgió en los años 20 del siglo pasado y se reforzó en los largos años franquistas, en los cuales el Club funcionó como uno de los centros de encuentro de los autonomistas catalanes y sin lugar a dudas el más exitoso representante del en ese entonces prohibido orgullo catalán. Hecho por el cual el Barsa sufrió varias represiones y decisiones arbitrales más que dudosas (aunque los seguidores del Madrid constan, que se trata de algo imaginario).

Ya en 1925, durante la Dictadura Militar de Primo de Rivera, la cual trató de suprimir cualquier regionalismo en todo el país español y prohibió el idioma catalán hasta en las misas, el Club fue intervenido por las autoridades militares, luego de un partido a beneficio durante el cual el público impidió que se toque la Marcha Real (el entonces himno). Las autoridades militares decidieron cobrarle una multa al Club, y dejarlo fuera de cualquier actividad durante seis meses. Además, y algo que pudo haber traído a lo largo consecuencias mucho más graves para el FCB, el presidente, jugador record y fundador del Barsa, el suizo Hans Gamper, fue expulsado del país. Según varias fuentes el alejarse de su amado Barsa le causo depresiones tan graves que decidió, al sumarse la perdida de todos sus ahorros durante la Gran Depresión, suicidarse. Por lo tanto la intervención militar al club causo la pérdida de su primera gran figura, el hombre quien fundó junto a otros integrantes de su parroquia protestante a la institución que reflejaría el ser catalán de una manera brillante y ejemplar, hasta el día de hoy. Se dice que Gamper eligió los colores del club azulgrana, por los colores del Basilea, campeón actual de suiza, cuya sigla también es FCB, algo que no se puede verificar de manera definitiva.

La era franquista fue dura para el Barcelona, su presidente fue asesinado durante la guerra civil, el Club mismo fue blanco de sospechas sobre corrientes autonomistas y republicanas dentro de la institución. La Policía franquista se llevo los registros de los socios y la presidencia fue reemplazada por seguidores del movimiento fascista. En esos años el nombre fue cambiado en Club de Fútbol Barcelona, en un intento de hispanizarlo. En las siguientes décadas se lograron varios títulos a nivel local y también se obtuvo tres veces la copa de ferias, la competencia antecesora de la Copa UEFA (hoy Euro League). Sin embargo fueron los éxitos del gran rival y a entender de muchos el “club del régimen”, el Real Madrid que de la mano del canterano riverplatense, Alfredo di Stefano y sus compañeros, entre ellos el húngaro Puskas, obtuvo cinco copas de campeones (la hoy Champions League) que hicieron parecer pequeños a los éxitos del orgullo catalán.

Fue la llegada de Johan Cruyff que levanto el autoestima de los barcelonistas de manera efectiva, el genio holandés quien debutó en el 73 con la camiseta azulgrana, llevó al Barcelona a obtener su primer campeonato luego de 14 años de sequia. Cruyff entendió las necesidades del pueblo barcelonista y catalán de tener al Barsa como catalizador y supo ganárselo con acciones como el besarse la cinta de capitán (que al igual que hoy en día es la bandera catalana) o bautizar su hijo al nombre catalán Jordi. La influencia del “rey Johan” se ve hasta hoy en día, el equipo campeón en Wembley es resultado de la vuelta del holandés al club como entrenador en 1988, además de ganar la Copa de Campeones en el 1992 por primera vez en la historia, fue él quien impuso un estilo ofensivo en todas las divisiones inferiores como esencia del club y mucho más importante reformo la Masía, la cantera del Barcelona. Del equipo que jugó en Wembley, de los 11 que comenzaron el partido, 7 jugadores provienen de la cantera del Club, entre ellos los campeones del mundo Xavi, Iniesta, Sergio Busquets, Pique y Pedro y el mismísimo Messi, quien además fue el primer jugador proveniente de la Masía en obtener el Balón de Oro. A ellos se suma el técnico Pep Guardiola.

La influencia de Cruyff, quien dejo su puesto de DT en el 1996 tras un conflicto con el entonces presidente Núñez, también se sintió cuando se decidió por Rijkaard como técnico quien fue la persona que le dio la cara, con algunas modificaciones, al equipo actual. Fue Cruyff quien respaldo a Rijkaard cuando ese estuvo contra las cuerdas flojas a fines de 2003, hecho que ese agradeció con obtener la Champions en aquella noche de Paris en el 2006.

Como se ve el FC Barcelona para mucha gente es mucho “més que un club”, una institución deportiva que, tal vez más que cualquier otra, tiene también un fuerte carácter político. Es la expresión misma del orgullo catalán y su embajador en el mundo, embajador que en los últimos años fue más que exitoso y hoy en día es un paradigma a seguir, el cual llevó a la furia roja a ganar el campeonato de Europa en 2008 y la Copa del Mundo en 2010. Celebrando un futbol que es tan dominante que a mi entender a veces ya es aburrido al ser tan perfecto. Hasta el Manchester United tuvo que dar ejemplo que hoy en día el Barsa está por encima de cualquier otro Club. Una cuestión interesante seria si el Barcelona también sería tan dominante si participaría en la Premier League, que en mi opinión es mucho más competitiva que la española. Pero esa discusión se la dejo a ustedes.

Para no dejar afuera al Man United (del cual seguramente podría tratar otra de mis columnas), aquí un hecho curioso sobre una de sus estrellas: En 1998 el ingles John Morrey apostó 200 Libras a que su sobrino, con en ese momento 12 años, jugaría el mundial del 2006. John Morrey se la jugó y fue exitoso, obtuvo 50.000 libras ya que su sobrino lleva el nombre Wayne Rooney…