MAS BUENAS QUE MALAS

San Isidro cerró la primera fase en la segunda posición de la División Córdoba. Los “Halcones” alternaron buenas y malas. Con aspiraciones de ascenso, el “SANTO” deberá corregir a tiempo para no lamentarlo a futuro.

En cuanto a números… bien; 8 victorias y 4 derrotas. Segundo en la división Córdoba del Torneo Nacional de Ascenso (detrás de Instituto) y encaminado en el lote de escolta de cara a la Zona Norte con el 66.7% de efectividad. San Isidro arrancó de esa manera, llegó a estirar su racha de victorias consecutivas a seis encuentros con un nivel importante, principalmente en aspectos defensivos. 

Con plantel prácticamente renovado en su totalidad, más apuestas jóvenes como fichas mayores, San Isidro tiene la presión de ser siempre protagonista; para eso fue armado… con objetivos bien claros.

Allí contrató jugadores de experiencia; caso Ferrini QUE logra absorber momentos críticos de juego, haciéndose dueño de las principales acciones y un tirador nato que siempre buscó y parece haberlo encontrado en Elias Saad; hoy por hoy Gastón Córdoba en esa función está en plena cocción yendo de menor a mayor. De los “conocidos” Agustín Lozano sumó protagonismo y lo devuelve con goleo, si bien el base no posee un gran potencial para hacer jugar al equipo, su explosión empuja y da dinamismo; no contar con un “hacedor de juego” propiamente dicho es costumbre en San Isidro. Mignani llegó como una alternativa para “subir” la pelota, pero a las claras está que su función es otra.

En contrapartida parece no haber podido dar en la tecla con el extranjero. McCombs necesita de mucho abastecimiento para poca determinación
y resultado; en defensa parecía ser más fuerte pero nunca terminar de conformar. Pablo Moya se las tiene que arreglar demasiado solo, con su jerarquía saca provecho, pero no es la principal vía de descarga en el poste bajo para jugar de espaldas al aro.

Otro de los inconvenientes que preocupa en calle Corrientes es el caso de Rodrigo Álvarez. El oriundo de Las Varillas es pieza clave en el andamiaje de los “Halcones” pero el futuro no es alentador, jugó solamente cuatro y las lesiones (dos) le prohibieron estar en 8; demasiada ventaja que no podrá dar en momentos de definiciones.

San Isidro sigue afinando sus motores; buscando la solidez necesaria para la conformación de un equipo que tiene por delante el desafío de ser siempre protagonista, de luchar arriba con un objetivo alto, pero posible. 

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