´EN ARGENTINA PERDER UNA FINAL ES CATASTRÓFICO´


Gerardo ´´Tata´´ Martino rompió el silencio en Súper Deportivo Radio. El ex entrenador de la Selección Argentina remarcó que para el público argentino las exigencias son muy altas. ´´Ahora estoy en una etapa más tranquila´´, analiza sobre su presente en Estados Unidos. Además, culpó a los dirigentes de la AFA sobre la actualidad: "hace años que la Selección no tiene un rumbo futbolístico definido y eso es determinante para analizar resultados".  

¿Cómo lo trata Estados Unidos? ¿Cómo lo trata esa nueva vida después de la Selección?
- Trabajando con tranquilidad. En un país distinto, en una liga diferente, adaptándonos y conociéndola y acostumbrándonos también a la vida acá en Atlanta, pero trabajando con mucha tranquilidad por sobre todas las cosas.

¿Qué extraña de Argentina estando en Estados Unidos?
- A la gente cercana: familia y amigos. Son los que hacen falta en el día a día. Eso es difícil de suplir. En cuanto al trabajo, depende lo que uno quiere para esta etapa de su vida. En mi caso, buscaba algo más tranquilo y donde se pueda trabajar con orden, como acá, a diferencia del vértigo de Argentina con la exigencias que requiere el día a día. La familia y mis amigos es lo que más extraño.

¿El vértigo, las exigencias y la obligación de ganar que propone el fútbol Argentino lo extraña?
- Es dificil contestar. Yo estuve afuera y estuve adentro y pareciera que tengo diferentes discursos para diferentes etapas de mi vida. En realidad, yo siempre tuve una visión muy crítica del fútbol Argentino. Yo tenía la necesidad de salir del fútbol argentino, después de 3 años, y de lugares de muy alta exposición, no me sentí cómodo con esa situación en mi vida personal y decidí que esto era lo mejor para mi vida. Hay quienes conviven mejor y les gusta la adrenalina de lo que representa el día a día en el fútbol argentino, pero yo necesitaba de un trabajo más lógico y que tengamos todas las comodidades y exigencias cubiertas como las tenemos acá y que mi trabajo sea analizado exclusivamente desde la eficacia del rendimiento de mi equipo.

¿Dónde se sintió más ´Tata´ Martino? ¿En el exterior o en Argentina?
-  Hasta la etapa de Paraguay siempre me sentí yo. En la etapa de Newells pensé que no, porque comencé creyendo que la iba a sufrir mucho y terminé disfrutando de una manera que no se puede describir. Los lugares donde me sentí más alejado de mi mismo y de mi persona fueron los últimos dos lugares donde trabaje: Barcelona y la Selección Argentina.

Tuvo un promedio de 73,6 por ciento de efectividad en 29 partidos, pero se quedó en la puerta del título dos veces en casi dos años de trabajo. ¿ Que análisis hace?
- Volvemos a lo de antes. Depende de la mirada de quién haga el análisis. En Barcelona como en Argentina, desde lo estadístico, casi jugamos  una final con el Atlético Madrid, en la definición de la liga, después jugamos la final de la Copa del Rey, jugamos dos finales de Copa América. Un cuarto de final de Champions y un campeonato de Supercopa de España. Desde mi punto de vista, cuatro finales, un campeonato y un cuartos de final no estaría nada mal, pero evidentemente perder cuatro finales es desde la mirada argentina catastrófico. Desde el trabajo, lo que hice en el Barcelona, objetivamente, me dejo muy disconforme y en la Selección Argentina me parecía un trabajo que se estaba haciendo bien y que nos íbamos acomodando a las necesidades que tenía el equipo y produciendo recambios que eran lógicos y necesarios,  no de una manera tan determinante como se aclamaba, pero las finales perdidas siempre tienen un análisis diferente y se terminan mirando solamente los 90 minutos y se pierden de vista todo un proceso que se viene realizando.

Si se hubiera quedado con alguna Copa América de las que perdió, ¿Seguiría siendo el DT de la Selección?
- No. Porque la mirada mía hubiera sido siempre la misma. No soy una persona que analizó todo desde un resultado final. La situación de la Selección Argentina no se hubiese modificado si conseguíamos el título o no. Es más, después de mi salida, la situación empeoró y estuvo casi un año o más de un año sin tener solución, con instituciones en crisis, fue algo más profundo que la Selección Argentina, el fútbol argentino estaba en crisis. Se necesitaban actos de gente que conduce el fútbol argentino de mas hombría, de más grandeza y estos actos no se produjeron y los clubes y futbolistas la pasaron muy mal. Por eso, no creo que el título en la Copa América hubiera modificado algo.

¿Fue difícil convivir en ese momento opaco del fútbol Argentino?
-Desde el punto de vista futbolístico no. Considero que se pudo disimular esa gravedad institucional que había, pero hay un momento en que lo institucional se acerca demasiado a lo futbolístico en lo que se refería a la programación de giras, torneos oficiales. El caso de los Juegos Olímpicos fue emblemático. Una cosa es que los equipos de Europa no te cedan los jugadores pero que los equipos locales no te presten los jugadores fue demasiado. Hay un punto donde toda esa crisis afecta en algún momento  el trabajo de la Selección Mayor.

¿Se quedó con ganas de dirigir los Juegos Olímpicos?
- No. No me quedé con ganas de nada. Dirigí dos Copas América. Me tocó armar el equipo, creo que el trabajo fue bastante bueno, existieron momentos de buen rendimiento del equipo. En un momento de muchas lesiones tuvimos que jugar con Paraguay, Brasil y con Colombia en Barranquilla y salimos adelante después del momento adverso que sufrimos con Ecuador. En Marzo siguiente ganamos en Chile y a Bolivia en Córdoba. Por su parte, en las Copas América hicimos lo que teníamos que hacer. En la primera, enfrentamos a equipos importantes: Uruguay, Colombia y Paraguay. En la otra, nos tocaron equipos más débiles, pero hicimos lo que siempre se espera de la Selección: ganar con autoridad. Lamentablemente nos tocó perder las dos finales con Chile a penales que hace tiempo viene jugando de igual manera ante todos los rivales. No tengo ninguna cuenta pendiente.

Después de procesos a largo plazo como los de Menotti, Bilardo y Bielsa, ¿por qué cree que la Selección Argentina vive tanta inestabilidad con sus entrenadores y por qué ha cambiado constantemente su estilo de juego?
-Creo que son cosas diferentes. Argentina nunca tuvo un estilo de juego. En los momentos de entrenadores de ocho años pasó de Menotti a Bilardo, pasó de una forma a otra totalmente distinta. En dieciséis años exitosos para el fútbol Argentino, donde se consiguieron dos copas del mundo los primeros ocho años se jugaron de una manera y los otros ocho siguiente de otra distinta. Si creo, que cambiaron las épocas, la sensación que tengo es que se exige de una manera diferente. Hoy lamentablemente lo único que sirve es ganar y el resto es descartable y no sirve. Argentina no tiene un rumbo y una mirada futbolística hacia la que quiera ir y se maneja exclusivamente por el que está en el primer lugar o en el apogeo de su carrera y sin mirar a dónde quiere ir futbolísticamente y creo que eso es determinante para analizar lo que ocurrió con Argentina en estos últimos años.
Como ocurre con Sampaoli ahora... ¿Siempre se busca un salvador?
- Yo dejaría de lado esta última parte, porque  hubo una Comisión Normalizadora que tuvo necesidad de cubrir la vacante que dejé y ahora vuelve a haber una comisión oficialmente elegida y ellos tienen sus gustos futbolísticos, por eso creo que este año fue diferente. Anteriormente, a mí me tocó llegar a la Selección conjuntamente con la muerte de Julio Grondona, donde los entrenadores eran elegidos normalmente, pero con diferentes gustos futbolísticos, aún siendo normales.

¿Cuando ve a la Selección Argentina extraña algo?
- No. Si hay algo que tengo es que nunca me arrepentí de las decisiones que tomé. Me pude haber arrepentido alguna vez de las decisiones sobre mi futuro, pero nunca cuando tuve que dejar en algún lugar. En este caso, con la Selección Argentina paso exactamente lo mismo. Era lo que quería para mi momento como entrenador, estoy contento de haber venido a Estados Unidos. Era lo que necesitaba mi vida profesional y personal.

Muchas veces se ha dicho que Mascherano y Messi le han armado el equipo a los últimos entrenadores, ¿Qué piensa?
- No, no no. Es eso lo que se quiere consumir. El periodismo, en definitiva, lo que hace es ofrecer lo que la gente quiere consumir. Escuché bastante de esta situaciones y escuché a muchos entrenadores desmentir muchas de estas situaciones, pero a la gente le gusta creer que pasa. Hay mucho de invento en todo esto. Aparte con hechos absolutamente comprobados que se dejan fuera del análisis a la hora de contar la verdad de la historia. Nos gusta creer más esta parte, que hay hombres malos que definen y que nos hacen pasar esta situación y hombres débiles del otro lado que aceptan esta situación con tal de estar en un lugar. Después, como siempre pasa, quizás en veinte años salga alguno a decir la verdad y diga lo que pasa y no pasa. No tengo mucho para decir al respecto.

¿En qué lugar de los que estuvo le gustaría volver?
-  A Paraguay me gustaría volver, pero con aquel grupo de gente que me tocó trabajar. Eso no será posible, porque muchos jugadores ya están al borde del retiro, pero eso me hubiera gustado. Todas las etapas en Paraguay fueron lindas. Los cinco años que estuve en Paraguay, por todo lo que hemos jugado, fueron maravillosos.

¿ Se puede sacar mayor provecho de Messi? ¿Se puede ver un mejor Messi?  ¿ O ya llegó a su techo?
- Hay que ver qué plantea el nuevo entrenador.  Es lógico que teniendo al mejor jugador del mundo todas las expectativas de la Selección giren alrededor de él, como seguramente la mayoría de los entrenadores que estuvimos en la Selección. Todos intentamos rodearlo mejor, ubicarlo donde se sienta cómodo. Probablemente a algunos le fue mejor y a otros no. No creo que todas las posibilidades de la Selección pasen por él. Argentina puede competir sin Messi. Respecto a las finales pérdidas, habría que hacer el análisis de lo que piensa la gente en diferentes países sobre lo que significa jugar tres finales consecutivas en tres años de las dos competencias más importantes que presenta la Selección.Si eso se ve como un fracaso o como un andar de mucha paridad en un nivel alto de una Selección. En definitiva, jugaron diecinueve partidos y solamente perdió un partido en campo y por eso, más allá de no haber logrado un título, habría que ver qué piensa de eso un Argentino y qué piensa un alemán  y hacer la comparación.

¿Se imagina mucho tiempo más dirigiendo?
- Nunca lo puedo determinar con tanta anticipación. Vamos a ir viendo con los años que viene y con las posibilidades que se van a ir presentando.

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