JULIO CÉSAR CHÁVEZ: EL DÍA QUE EL "BALAZO" SALIÓ PARA OTRO LADO, EL "NO" A MARADONA Y LAS CONFESIONES SOBRE SUS ADICCIONES

Julio César Chávez, hace 11 años que no consume drogas, pero decide contar su estremecedora historia en Super Deportivo Radio por Radio Villa Trinidad. El mítico boxeado mexicano y multicampeón del mundo se confiesa y recapacita sobre sus adicciones a las drogas y alcohol. "Si no hubiese caído en las drogas, no solo hubiera sido el mejor boxeador de México, sino también el mejor del mundo", contó. A su vez, relató el momento en que quiso quitarse la vida. "Sentí que se venía el mundo encima, entonces opté por querer quitarme la vida, afortunadamente la pistola no disparó y cuando si lo hizo el "balazo" salió para otro lado", recordó. A su vez, contó cuando le dijo que no a Diego Maradona y la invitación a "La Noche del 10", una imperdible anécdota.


El pugilista mexicano disputó más de cien peleas profesionales durante 25 años, ganó 5 títulos mundiales en tres pesos diferentes y navegó por territorios tormentosos. Es considerado por muchos especialistas como el mejor boxeador mexicano de todos los tiempos, por encima de leyendas como Rubén Olivares, Juan Manuel Márquez, Salvador Sánchez o Marco Antonio Barrera. Y si Julio César Chávez consiguió llegar hasta allí, al igual que otros deportistas ilustres, fue a pesar de sus fantasmas. Esos territorios tormentosos que incluyeron el consumo problemático de alcohol y drogas.

¿Todavía siente algún "cosquilleo" en el estómago por volver a pelear? más allá que sea una exhibición

- Lo vivo con mucha sencillez y orgullo. Se trata de una causa noble, mientras el cuerpo me dé voy a hacerlo. La verdad es que ya me cuesta mucho correr, entrenarme, prepararme. El tema es que ya son ¡58 años!, y es como el cuerpo que se cansa. De igual manera no deja de ser algo especial. Es una adrenalina difícil de explicar. Fíjate que yo me siento a gusto y contento de entrenar todos los días, porque más allá de no prepararme para exhibiciones, yo nunca dejo de entrenarme. No me cuesta mucho trabajo, pero siento que me aparecen los "achaques" y eso es lo que no me gusta ¡je!

¿Qué tiene intacto Julio César Chavez del histórico boxeador?

- Lo que se aprende no se olvida ¿No?, definitivamente, la verdad es que me siento bendecido por Dios por poder entrenarme a los 58 años. Lógicamente que no son los mismos reflejos y la velocidad, pero lo que se aprende no se olvida. Con las exhibiciones que hice la gente se ha volcado de una manera impresionante, los boletos se han agotado antes de tiempo. Fue algo increíble. La gente lo siente como si fuera una pelea profesional.

¿Prepararse para una exhibición, le trae algún recuerdo de sus preparaciones cuando lo hacía profesionalmente?

-Es lógico que te vengan buenos recuerdos. Hoy todos los que formábamos parte de aquel equipo estamos un poco viejitos, pero volver a juntarnos es una bendición, porque es el equipo que tuve toda mi vida. Es increíble, porque empezamos a recordar anécdotas de peleas, momentos vividos y la verdad que te genera mucha nostalgia. Ya son 58 años, pero me cuesta mucho, porque para prepararte tienes que correr, boxear y la verdad que no estoy preparado para recibir tantos golpes, je. 

¿Cuáles fueron sus principales cábalas?

- Las cábalas... je. Yo siempre subí y subo al ring con mi banda roja, lo hacía para ahuyentar los malos espíritus. Para mí, es ritual.

¿Quedó conforme con lo que fue Julio César Chávez como boxeador? ¿Podría haber sido mas grande?

- Tuve una trayectoria muy larga. Me retiré muy viejo. Creo quedé a deber algunas cosas, mas allá de haber llegado a 90 peleas de manera invicta. Si yo no hubiera caído en esa maldita adicción que fue la drogadicción y alcoholismo, seguramente estarían hablando no solamente con el mejor boxeador de México, sino del mundo entero. Yo hubiera llegado a mas de 100 peleas de manera invictas. Cuando yo llevaba 90 peleas invictas y 15 años sin perder, yo sentí que lo había logrado todo. Entonces, sentí que perdí el respeto al boxeo y también me perdí el respeto a mi mismo y empecé una vida que ustedes ya conocen y vinieron todas las derrotas juntas.

¿Cuándo se dio cuenta que le comenzó a faltar el respeto al boxeo y a usted?

-Cuando yo peleé con "Macho" Camacho yo sentí que lo había logrado todo. La verdad que era muy grande lo que me estaba pasando. Era muy asediado por la gente, tenía mucho dinero, tenía todo y sentí que lo había logrado todo. Todo ese entorno y éxito me llevó a perderle el sentido a la vida, por tenerlo todo. Eso fue lo que me llevó a consumir drogas, me sentía solo y triste a pesar de estar rodeado de mucha gente. Opte por la decisión mas estúpida de todas que es la droga, ahí me refugié y eso me llevó a un fondo que no tenía fin. Lo demás, ustedes ya lo saben. 

¿Cuando se dio cuenta que tocó fondo?

- Duré muchos años drogándome. Le hice mucho daño a mi familia. Toque fondo cuando estuve a punto de quitarme la vida. Recuerdo que comencé a vomitar sangre, se me vino el mundo encima. Empecé a perder todo lo que había ganado. Mi esposa me demandó por alcohólico y porque la trataba mal. Me demandó el Gobierno de México. Sentí que se venía el mundo encima, entonces opte por querer quitarme la vida, afortunadamente la pistola no disparó y cuando disparó el "balazo" salió para otro lado, pero si pasé momentos muy tristes en mi vida. Tuve que tocar de fondo y no me quedó otra que meterme en una clínica de rehabilitación, donde pude curarme, pude tratar mi adicción y hoy te puedo decir que cumplí 11 años sin consumir drogas. Yo puse clínicas de adicciones, para comprometerme conmigo mismo y no volver a caer y comprometerme con la sociedad, para comprometerme con la gente que se puede vivir sin drogas y alcohol.

¿La pelea mas dura la tuvo en el ring o afuera?

-La pelea mas difícil que tuve fue contra las drogas. Ganarle a las drogas, fue una lucha muy difícil, de la cual me costó mucho ganarle y salir.  Fue muy doloroso y triste, pero gracias a Dios salí victorioso, porque como te digo nadie creía en mí, nadie daba un peso por mí y todos creían que yo iba a volver a caer. Hace 11 años limpios que no consumo nada.

Y si Julio César Chávez, se suicidaba.. ¿Que me diría?

-Si me hubiera suicidado no hubiera sido el boxeador que fui, porque la gente me hubiera recordado como un drogadicto. Fue un buen boxeador, pero se mató por drogadicto. La verdad no le hubiera dejado un legado a mis hijos y a todo México, porque si me suicidaba ¿De qué hubiera servido haber llegado a 90 peleas invicto? De nada. Entonces, lógicamente es un triunfo, es algo que Dios me dio. Una segunda vida que me permitió vivir Dios. La verdad que ahora la estoy aprovechando para tratar de ayudar a gente que le pasó lo mismo que a mí. 

¿A qué se aferró para salir de las drogas y el alcohol?

- ¡Uf! Fue algo muy duro. Tuve que estar mucho tiempo encerrado y eso no fue grato para mí. No fue fácil. Me aferré a un programa de recuperación. Lógicamente al principio, yo no quería estar ahí, me negaba. Yo quería seguir drogándome y seguir haciendo eso que tanto me gustaba. En esa clínica entendí y descubrí todos mis defectos en el carácter y personalidad y lo que a mí me hacía consumir drogas. Es por eso, que tengo clínicas de adicciones que me permite ayudar a mucha gente que esta luchando por lo que yo luché y gracias a Dios muchísima gente se pudo recuperar de esta maldita enfermedad.

¿Con qué boxeador argentino le hubiera gustado boxear?

- jeje, no tengo un nombre definido a quien elegiría para boxear. Admiré mucho a Carlos Monzón, mas allá que nunca pude verlo pelear a Monzón, por lo poco que pude ver, era un gran boxeador. Después vi pelear a "Maravilla" Martínez, que peleó con mi hijo Julio, pero respetuosamente no hizo mucho con todo respeto. Mas allá, de esto, Argentina tuvo grandes campeones del mundo.

¿Ve cosas de su hijo reflejadas en su persona?- Si, se puede decir que sí. Tiene muchas facultades, pero desafortunadamente las ha echado por las ventanas, pero ya no quiero hablar de mi hijo, por favor no me pregunten de él. Todo lo que quieran preguntar preguntelé a él. Mis hijos van a estar en la exhibición.

Si tuviera que elegir, el día más feliz en el boxeo o la pelea mas importante ¿Cuál elegiría?

-Definitivamente la pelea con Tylor, fue el momento mas importante como boxeador. Fue una pelea mas grande que tuve en mi carrera. Fue la más difícil y dura que tuve.

¿Qué hubiera sido de su vida si no se dedicaba al boxeo?

- Era futbolista y jugaba al Beisbol. Me gustaba mas el fútbol y el beisbol que el boxeo.

Usted nació en Culiacán, Diego Maradona pasó por Dorados. ¿Tuvo relación con él?

-La verdad que tuve un encuentro con él en Culiacán. Yo no lo conocía personalmente. Con Diego me pasó algo muy curioso: El me había invitado por teléfono a su programa "La Noche del 10", pero yo la verdad no acepte y se lo dije personalmente ´sabes Diego, con todo respeto, que antes me caías muy mal, me caías gordo (como decimos aquí en México) por tu forma de ser, pero ahora que te conozco personalmente te pido disculpas, porque eres un gran hombre y ahora somos grandes amigos. Antes de conocerlo yo tenía una mala impresión de Diego, por eso le había dicho que no cuando me había invitado a su programa de televisión. Le dije que no me interesaba ir a su programa, porque me caía gordo y mal. Después cuando nos conocimos, me beso, nos abrazamos y me acuerdo que se largó a reír y nos hicimos muy buenos amigos. Yo le regalé algunas camisetas, unos de mis guantes y él me dio una de sus camisetas.

¿Qué recuerdos tiene del mundial 86 y la figura de Diego Maradona?

-Le tengo una gran admiración y respeto. Es uno de los mas grandes futbolistas de todos los tiempos.

¿Que dejó Maradona en México?

- Diego dejó un gran recuerdo. La gente lo admira, lo aprecia y valora todo lo que hizo.

¿Cómo le gustaría que la gente lo recuerde a Julio César Chávez?

- Pues como quieran, no me interesa, con todo respeto. Como lo que soy, por lo que fui como persona.

Si le volviera a tocar boxear, ¿Qué cosas haría igual y cuáles cambiaría?

-Todo igual haría. Creo que Dios me dió otra vida y si me dio otra vida es para ayudar a la gente. No me arrepiento de haber caído en esta adicción, porque gracias a eso, pude y puedo ayudar a mucha gente. Me arrepiento, si de haberle hecho mucho daño a mi familia. Me arrepiento de no haber llegado a 100 peleas invictos, pero no me arrepiento del resto, porque Dios me dió otra oportunidad para ayudar a otra gente que tuvo y tiene el mismo problema que yo.

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