EL RECUERDO DE DARÍO GARCIA: "ROJA A ZIDANE", EL TESTAMENTO QUE LE ENTREGÓ A MARADONA, SU VINCULACIÓN CON DIOS Y EL AGRADECIMIENTO ETERNO A JULIO GRONDONA


Darío García, quien integró la terna arbitral, en la recordaba final del mundo entre Francia - Italia, en el Mundial 2006 y que le dijo a Elizondo "Roja a Zidane" se confesó en Super Deportivo Radio por Radio Villa Trinidad: El episodio Zidane- Materazzi, su vinculación y conexión con Dios. El testamento que le entregó a Maradona y la anécdota. Su agradecimiento a Julio Grondona. 

Poco se conoce y se sabe de Darío García quien lleva consigo un perfil bajo y se sorprende por el llamado. El oriundo de San Guillermo, Provincia de Santa Fe quien tuvo un rol determinante en la final del mundo entre Francia - Italia en el 2006, precisamente en la expulsión de Zidane. El propio García define esa situación en tres palabras "Roja a Zidane", según como se lo comunicó a Elizondo. Mas allá de eso, Darío García sigue vinculado al arbitraje,  ocupa su cargo en AFA dentro de la formación de árbitros en el consejo federal (instructor y a cargo de la escuela de los árbitros del interior). Además, de una fuerte conexión con Dios y con el evangelio. "Trabajo en una iglesia", cuenta.

¿Te imaginás en esta actualidad? ¿Cómo habrías convivido siendo arbitro en la actualidad?

- No me gusta. No me termina de convencer y ahora que no hay público peor todavía. Tampoco se le encontró la vuelta al VAR. Sinceramente no me gusta. Me quedó con el fútbol y el arbitraje de mi época. El VAR es para que no te pase un elefante en frente. Es para errores claros y manifiestos. Vamos caminando a la robótica e inteligencia artificial. En corto tiempo los árbitros van a hacer reemplazados por robots. La FIFA todavía no tomó esa determinación porque seguramente no es el tiempo, pero con la tecnología vamos camino a eso. No me gusta la tecnología a ese punto.

Si fuera arbitro por estos tiempos, todo esto me hubiera cansado. Si hubiera sido un árbitro joven y recién comenzando, que uno tiene la idea de llegar y formarse, pero particularmente esta situación me hubiera llevado a retirarme porque le he hubiera perdido sentido.
Me cuesta ver un partido sin público. A mi me gusta la pasión. No debe haber cosa mas hermosa que entrar a una cancha llena, porque lo último que se me pasaba en la cabeza era que me podían decir los hinchas, porque tu única competencia es conmigo.

Se fue Diego Maradona, ¿Se llevó algo tuyo Diego? ¿Vos te llevaste algo de él? ¿Alguna anécdota?

-

Tengo un recuerdo muy sencillo de Diego. Yo lo que rescato de Maradona que ha tenido actitudes muy valiosas y sin conocerlo en profundidad. Mirá, un día el "Mono" Navarro Montoya viene al vestuario de los árbitros, porque tenía problemas con un buzo para tratar de solucionar el problema. Yo en esta época, me comenzaba a vincular con Dios, siempre llevaba algunos nuevos testamentos, porque a mí me había afectado tan bien ese acercamiento con Dios que lo quería compartir. Entonces le digo a Navarro Montoya: "Mono, este testamento es para vos y si podes dale a Diego, uno..." El se lo dio, fue en cancha de Vélez. Termina el partido y ¿Sabes quien vino al vestuario a agradecer? el mismísimo Maradona, que vino a agradecerme que le haya dado un nuevo testamento. También nos saludo, les regaló las vendas a Serrano, que era el otro asistente. Después vino a saludar en otro partido de Newell´s y Gimnasia. Eso era a Diego. Un recuerdo fantástico con lo que era Maradona y que tenga esa deferencia, porque nosotros éramos 4 de copa. No te olvidas nunca de eso.

Diego Maradona, el testamento, pero ¿Cómo te aferras al evangelio y con Dios? ¿Qué pasó en tu vida para vincularte a Dios?

- Fue una cuestión personal. Yo siempre estaba en la búsqueda de cosas y cuando lo lograba me sentía inconformista. Y decía "Es esto era lo que tanto buscaba". Tenía sin sabores. Eso afecto mi relación familiar. A lo mejor mirabas para afuera y podía decir ¡Que lindo matrimonio!, pero no era tan así. Me gusto mucho leer el Evangelio. Hay una parte nuestra de vida que necesita de Cristo. Yo me iba a Rafaela a dirigir, por ejemplo, estaba 3 días afuera de casa y ni llamaba a casa para ver como estaba mi señora e hijos. Tenía actitudes y conductas totalmente egoístas. La posibilidad de ir a la iglesia me ayudó a corregir todas estas situaciones. Un día me llama mi suegra, yo estaba en Rafaela, y me lee una parte del evangelio (Isaías 41´10) y yo me largué a llorar. Sentí una angustia tan grande que tuve que cortar el teléfono (estaba en una cabina al frente de la plaza) y lloré como nunca en mi vida. Después de ese episodio, salí caminando y llegué hasta la cancha de Atlético Rafaela. Justo estaban jugando, me senté y ahí sentí un cambió y que Dios me tocó. Dios cambió las cosas.

¿Cuántas veces se te pasó por tu cabeza la expulsión con Zidane? Salió bien y ¿si salía mal?

- Fue algo tan fuera de contexto, porque uno no imaginaba una reacción así, en un partido que había sido tan limpio. Yo siempre me reprocho no haberlo visto, lo que paso que el balón estaba en otro sector. Gracias a Dios, creo que resolvimos muy bien como equipo. Cantalejo porque la vió y me avisa, porque Elizondo no tenía ni idea, je. Hasta se había olvidado que teníamos los intercomunicadores. Fíjate la confianza que me tenía Horacio que yo le digo: "Roja a Zidane" y él no dudo. Teníamos muchos partidos juntos. La resolvimos bien, porque fue un gran trabajo en equipo. Si no hubiéramos resuelto bien esa jugada, era una mancha que arruinaba todo lo bien que habíamos hecho. Hoy con VAR, eso era una "papita". Mi preocupación era que había pasado antes del "cabezazo" de Zidane a Materazzi. Buffón viene y me dice algo de la "testa". No era solamente el cabezazo de Zidane, ¿Y si antes Materazzi lo había escupido? recuerdo que Medina Cantalejo venía y me quería explicar y yo le digo "Decime Luis, si es amarilla o roja" y dudó un poco y me dijo: "roja". Yo le digo a Horacio tres palabras :"Roja a Zidane". Recuerdo que en el banco de Francia me querían comer, pero yo no entendía nada que decían los franceses. Menos mal que salió bien, porque si salía mal, mínimo me volvía con 7 cadenas. De igual manera, la reacción de los jugadores italianos hacía indicar que algo había pasado.

¿Qué recuerdos tenes de Julio Grondona?

-Muchas cosas se dicen de Julio, muchas veces cuando uno habla bien de Grondona, hace que la gente piense mal, pero Julio (Grondona) le abrió las puertas al arbitraje del interior. Sin él, no hubiéramos llegado. La figura y quien realmente nos abrió las puertas y nos trató como "porteños" fue Julio Humberto Grondona. Mirá, te cuento una anécdota: Un día, ya como empleados de AFA, quisimos ir a agradecerle a Don Julio, lo que había hecho por nosotros y te puede asegurar que había un montón de gente y periodistas de canales importantes. La secretaria le avisó y nos dijo, en 15 minutos los atiende. Pasaron 15 minutos y Julio nos atendió, nos hizo pasar, nos saludó y nos contó que estaba muy contento por lo que estábamos haciendo. Tenemos que ser honestos, nosotros no hubiéramos estado en la final del mundial 2006, si Grondona no hubiera estado. Es valorable, porque para un Presidente que dirija un arbitro de su Asociación no le conviene porque si se mandan una macana quien paga los platos rotos es él y no nosotros. Tampoco quiero quitarles méritos a Horacio, pero el apellido Grondona en FIFA, era un apellido pesado. Seguramente debe haber ayudado para que estamos ahí. También recuerdo que cuando terminó el primer partido de ese mundial, que también nos tocó dirigirlo: Alemania - Costa Rica. Nos tocó anularle dos goles a Costa Rica, muy finitos y se acercó Don Julio y nos dice ¿Estos alemanes que esperaban que ustedes jueguen de full back? je. Tenemos un agradecimiento enorme hacia él, porque siempre nos dió la oportunidad. Siempre apostó y gracias a Dios, tuvimos la suerte de responderle.

LA HUMILDAD DE BASUALDO Y PALERMO

"Cuando nosotros volvimos del Mundial, en un momento vino Basualdo a saludarme. Después me sorprendió Palermo, que se detuvo a felicitarme y a valorar lo que habíamos hecho en el mundial"

ENTREVISTA:

Comentarios